Fuentes consultadas por LA CAPITAL, confirmaron que bomberos que trabajaron para apagar las llamas del edificio de Rivadavia y 20 de Septiembre encontraron dos dispositivos incendiarios en los medidores de luz.
A más de 24 horas de desatado el incendio que provocó la destrucción total de la distribuidora Torres y Liva y un total de 47 viviendas, la investigación sobre cuáles fueron las causas que originaron el desastre atraviesa horas decisivas y avanza sobre todas las hipótesis: incluso no se descarta que fuese obra de un pirómano o de una nueva modalidad delictiva.
Tal como publicó LA CAPITAL en la mañana de ayer, fuentes consultadas confirmaron que bomberos que trabajaron para apagar las llamas del edificio de Rivadavia y 20 de Septiembre encontraron dos dispositivos incendiarios en los medidores de luz que pudieron haber ocasionado el siniestro.
El panorama coincidiría con al menos otros diez casos similares que se dieron en la ciudad en los últimos días y que llevó incluso a la empresa EDEA a realizar una denuncia penal. En todos los hechos resultaron dañadas las cajas de luz y medidores -en muchos casos se prendieron fuego sin afectar las instalaciones- con una modalidad similar. Se hallaron, en prácticamente todos los casos, los mismos elementos: “una vela con mechas y bolsas o papel dentro del medidor”, pudo saber LA CAPITAL.
En una recorrida fotográfica por la “zona cero” del desastre, se pudo observar que los medidores de luz ubicados sobre la calle Rivadavia quedaron visiblemente afectados y allí se habría desatado el fuego imposible de parar.